Estamos a 40º y lo único que apetece es que llueva, o que nieve, o que se levante un viento fresquete y nos sacuda el sudor del cuerpo… Aquí, en mi humilde morada, no se puede respirar… porque soy pobre y no me da el sueldo para ponerme un super-aire acondicionado-genial-maravilloso y perfecto… En fin, qué le voy a hacer! salvo aguantarme y quejarme, eso lo hago muy, pero que muy bien… me quejo como un profesional: que si hace calor, que si éste año palmamos derretidos por las aceras de la ciudad, que si mira el asqueroso del vecino que se ha instalado ese aire acondicionado con el que yo sueño… Si, me quejo de maravilla.
Y sueño… sueño con la lluvia, con la nieve… sueño… y suspiro y sigo quejándome. Es mi leit motiv…